Susana Ros

Soy una mujer madura, sensible, consciente y amorosa, conectadaa mi misma, a los demás y a la vida.

 

Llevo más de veinte años formándome, unos diez años facilitando dinámicas de grupo, que unen el movimiento corporal con las emociones y los pensamientos, y más de siete años como terapeuta psico-corporal y sistémica.

Gracias a ello, he reconocido mi cuerpo, despertado mi consciencia y abierto mi corazón.

En los últimos años me he especializado en el acompañamiento a parejas, pues siento que es muy útil y necesario hoy en día, con todos los cambios en el modo de vivir y de relacionarnos.

 Te invito a gozar de una relación de pareja sana y feliz.

Te ayudo a superar tus dificultades de pareja, y a transformar lo que no funciona en tus relaciones,  aportándote herramientas para construir una relación de pareja plena, consciente y satisfactoria.

 

Te acompaño con profesionalidad: con escucha, empatía, integridad, presencia, consciencia, respeto, aceptación incondicional y aprecio.

 

Mis habilidades como persona

Soy empática, sé escuchar y ponerme en el lugar del otro.

Acepto a las personas y las situaciones tal como son.

Soy intuitiva y estoy conectada con mi cuerpo y mi sentir profundo.

Sé contactar conmigo misma y con los demás en profundidad.

Soy clara y me resulta fácil ir a la esencia de las cosas.

Soy responsable y coherente.

Mis habilidades como terapeuta

Acompaño procesos físicos, mentales, emocionales, energéticos y sistémicos, con escucha, presencia, conciencia y amor incondicional.

Voy a la raíz de los problemas y los resuelvo con asertividad.

Acepto incondicionalmente a mis clientes y no los juzgo.

Contemplo a las personas de manera holística.

Solo ofrezco aquello que ha pasado a través de mí, lo he vivido y lo he integrado.

Soy profesional, tengo experiencia, y estoy comprometida y entregada.

¡Mejor intimidad, acompañamiento
y comunicación de pareja!

Mi Formación

  • Terapeuta centrada en la persona, especialista en asesoramiento psicológico y gestión emocional.
  • Habilidades de comunicación y técnicas de resolución de conflicto.
  • Terapeuta biodinámica craneosacral.
  • Consteladora familiar y pedagogía sistémica.
  • Registros Akáshicos. 
  • Theta Healing.
  • Flores de Bach y kinesiología.
  • Psicomotricista y facilitadora de chi kung y danza orgánica.
  • Tantra y masaje sensorial.
  • Sanación pránica y reiki.

Mi Experiencia

  • Desde el 1998, integrando la dualidad – lo masculino y lo femenino – en mí y en las personas que he guiado.
  • Desde el 2008, danzando mis emociones y acompañando a personas a danzar las suyas.
  • Desde el 2010 como terapeuta psico-corporal.
  • Desde el 2012 facilitando constelaciones familiares.
  • Desde el 2013 practicando tantra.
  • Desde el 2016 ofreciendo terapia biodinámica craneosacral.
  • Desde el 2017 facilitando terapia de pareja.
  • Desde el 2020 ofreciento Registros Akashicos y Sanación Pránica.
  • Desde 2021 reprogramando creencias con el Theta Healing.

Mi historia

Especialista en terapia de parejas

Me casé a los 28 años con mi primer novio, después de 5 años de relación. Era un hombre maravilloso, que me aportaba estabilidad emocional y económica. Durante muchos años, nuestra relación fue satisfactoria. Nos sentíamos enamorados, compartíamos intereses y valores, nos respetábamos y nos amábamos...
Poco a poco, a raíz de mi interés por el chi kung, la biodanza, el reiki, las flores de Bach, la psicoterapia, las constelaciones familiares, el tantra, la terapia craneosacral biodinámica, y otras actividades y terapias de este estilo, yo, poco a poco, me fui transformando. Este proceso de transformación me llevó a sanar viejas heridas, a empoderarme y a crecer en conciencia y amor. Esta transformación personal me llevó a modificar la manera de ver y percibir el mundo, mi sentir y la manera de ser y comportarme. Como consecuencia de este cambio, la relación con mi marido empezó a complicarse, y poco a poco nos fuimos distanciando. Habíamos evolucionado de diferente manera y cada vez nos resultaba más difícil encontrarnos. Después de 4 años de crisis de pareja, en las que pasamos por muchas fases, finalmente decidimos divorciarnos. Ya no nos complementábamos, no queríamos lo mismo y teníamos distintas maneras de ver la vida.

Fue la decisión más complicada que he tomado en toda mi vida. Durante estos 4 años de crisis, aparecieron muchos miedos e inseguridades. Miedo a quedarme sola, a perder la estabilidad afectiva y económica, a tener que procurarme los recursos económicos por mí misma (en ese momento no tenía un trabajo consolidado), a decepcionar a la familia, al que dirán los amigos, a fracasar, a equivocarme, a perder mi hogar, a no ser madre, etc.

Durante estos cuatro años tuve la ayuda de terapeutas y amigas que me acompañaron en el proceso de conectar conmigo misma en profundidad, y a encontrar la fuerza, la confianza y el coraje para seguir el camino de mi corazón.

Si los cuatro años de crisis en pareja fueron duros, los 5 años siguientes al divorcio aún fueron más duros. Me encontré sin pareja, sin “mi hogar”, y sin un trabajo estable. Cosas muy valoradas para mí. Y lo peor de todo, es que después de 18 años en pareja, no sabía cómo vivir la vida sin pareja.

Me centré en facilitar cursos y terapias, y cree mi primer negocio: Flor de Llum.

En el aspecto afectivo, después del duelo, mi primer objetivo fue buscar pareja, pero la vida me trajo múltiples relaciones informales (no estables), con las que aprendí muchísimo de los distintos tipos de relaciones de parejas que existen hoy en día.

Me encontré con hombres que no desean comprometerse, con manipuladores emocionales, hombres infieles, poliamorosos, ausentes, hombres con ganas de amar pero con el corazón cerrado, hombres heridos, hombres entregados al trabajo sin tiempo para la pareja, hombres casados que buscan cariño fuera de la relación, hombres de otras culturas con otra visión de la mujer y de la pareja, etc. No juzgo este tipo de relaciones, pero a mí no me satisfacían, ni eran el tipo de relación que mi corazón anhelaba.

Al principio, me sentía muy frustrada y triste, al no encontrar un hombre con quien construir una relación de pareja estable. Tenía miedo de no encontrar la pareja que deseaba, y me sentía rechazada y abandonada por los hombres de quien me enamoraba. Sufrí mucho, y tuve que pedir ayuda externa en varias ocasiones y hacer terapia.

Todas estas experiencias me llevaron a aprender lo que hoy considero lo más importante para que una relación funcione: a amarme a mí misma, a cuidarme, a ser feliz por mí misma y a disfrutar de la relación conmigo misma.

En ese momento, cuando comprendí que lo más importante era amarme incondicionalmente y gozar de una relación satisfactoria conmigo misma, y además lo puse en práctica, apareció en mi vida un hombre maravilloso. Fue un amor a simple vista, que empezó rápidamente y se consolidó en poco tiempo. Es con este hombre con quien comparto mi vida y con quien disfruto de una relación de pareja maravillosa y estable. Estamos enamorados, hay mucha complicidad, respeto, confianza, valores en común, aficiones compartidas, comprensión, valoración mutua, buena comunicación e intimidad, juego, risas y abrazos. Y además, estamos superando día a día los obstáculos y los retos de nuestra relación. Somos felices juntos y compartimos nuestra felicidad con las personas que nos rodean.

Gracias a todo este proceso personal, a las formaciones realizadas y a la experiencia como terapeuta y facilitadora de dinámicas de grupo, me siento a disposición de acompañar a las personas a amarse a sí mismas y a construir relaciones de pareja felices y satisfactorias.

Susana Ros Marti

info@integrandopolaridades.com